Ecos Ancestrales: Identificando arquetipos sagrados en nuestras vidas.

Oct 25

En el reino de nuestra existencia, historias ancestrales de diferentes deidades trascienden el tiempo, resonando sin cesar al ritmo de la vida moderna.

Entre los relatos más profundos y perdurables de la historia se encuentran aquellos tejidos en torno a figuras de Dioses y Diosas ancestrales, sus arquetipos y sus destinos intrincados. Dichas narrativas no son simples cuentos y leyendas; son susurros resonantes de nuestro linaje ancestral, que fluyen a través de nuestras propias venas, programándonos a antiguos ritmos de los mitos divinos.

La esencia de estas antiguas deidades y sus narrativas se presentan de diferentes maneras en nuestro día a día - moldeando sutil e inconscientemente nuestras acciones, deseos, y el libreto de nuestras películas personales. Somos, en esencia, las encarnaciones modernas de estas figuras celestiales. Siempre lo hemos sido. Las energías arquetípicas que se expresan en nuestros comportamientos, nuestras relaciones y nuestras aspiraciones más profundas. Todos y cada uno de nosotros reencarnamos inconscientemente la eterna danza del amor, el conflicto y la resiliencia que estos seres divinos de diferentes mitologías simbolizan y que vemos reflejada una y otra vez en historias que a veces conocemos bastante bien.

La narrativa del amor sin límites de Isis, que no solo resucita a su amor perdido, sino que es la virgen que da a luz a Horus miles de años antes de la llegada de la Virgen María y del Cristianismo. La naturaleza sacrificial y bondadosa de Osiris, que causan su muerte y su descenso al inframundo. Las astutas tramas y traiciones de Set y su lucha contra Horus, el vengador de su padre, Osiris. El espíritu cuidador y a veces sumiso de Nephtys, que evoluciona a Hathor y a su vez evoca a Sekhmet, la diosa leona, al ser necesario. No son reliquias de una época pasada; son vibrantes realidades vivas que se manifiestan en nuestras experiencias diarias, en un multiverso de posibilidades.

Cada traición, cada obstáculo que superamos, cada jubilo que celebramos, cada ‘milagro’ y resurrección refleja la narrativa eterna de estos seres ‘celestiales’. Así, estos antiguos mitos se transforman de simples cuentos fantásticos a guiones que programan nuestras vidas, guiando nuestro camino y ofreciendo un espejo para reflejar nuestra verdadera esencia, mientras danzamos a su ritmo. Lo que quiere decir que cuanto más familiarizados estemos con sus historias, más podremos aprovechar su sabiduría para navegar las nuestras hoy en día.

Adentrarse en estas antiguas narrativas puede parecer complicado al principio, pero hacerlo abre el camino para liberarnos de la danza cíclica de las mismas situaciones, o el ‘Samsara,’ la trampa de la reencarnación programada. Al comprender la esencia atemporal de estas figuras divinas y las narrativas que simbolizan, desbloqueamos el cómo trascender los patrones repetitivos que nos atan. Es como aprender la coreografía de una danza antigua que ha sido impresa en nuestras almas, para que finalmente podamos crear un camino diferente. Ésto esconde la clave para salir de viejas narrativas y entrar en un nuevo ritmo en el que no solo somos protagonistas de antiguos relatos, sino creamos conscientemente nuestras propias tramas.

ARQUETIPOS DIVINOS: La Danza de los Dioses

ELEMENTAL SAGRADO FUEGO: ENERGÍA KUNDALINI, LA CREACIÓN.

En el corazón de estas narrativas antiguas se encuentra Isis, la diosa madre divina, un pilar de la feminidad sagrada. Su esencia resuena a través de culturas y épocas, manifestándose en figuras como Ishtar, Hécate, Persephone, Inana, Ninmah, María Magdalena, Lilith y, para mis milennials… Sarabi, la mamá de Simba. Encarnando la energía primordial kundalini, la fuerza serpentina de la creación y la transformación, el dragón - Isis ocupa un pedestal reverenciado entre las deidades. Su magia trasciende los reinos de la mortalidad al devolver la vida a Osiris y Horus, mostrando su poder sin límites, amor eterno, y los profundos misterios de la vida, la muerte y el renacimiento que enseña.

ELEMENTAL SAGRADO AGUA: EL CORAZÓN, LAS EMOCIONES.

Osiris, su amado hermano y esposo, encarna el reino de las emociones y el espíritu noble que cree en la libertad y bondad inherente de todos los seres. Su naturaleza confiada lo hace vulnerable a la traición de su envidioso hermano Set, representando la mente. La narrativa de Osiris es un recordatorio de la vulnerabilidad que acompaña a la ingenuidad, especialmente cuando su ‘agua’ - sus emociones y adicciones (drogas, alcohol, comida, sexo, parejas, drama, vicios), lo controla a él, en lugar de él controlar su ‘agua’. Su descenso al inframundo — metáfora de la muerte o pérdida — ocurre en ausencia de la vigilancia protectora de Isis, subrayando el vínculo simbiótico entre ellos. Osiris, el Mufasa de la historia del Rey León; envidiado y traicionado por Scar. En Enki, Poseidón, Loki, Lucifer, Hades, Buda, Mahoma, y hasta en personajes más modernos como Ghandi, Simón Bolívar, JKF, Martin Luther King JR., John Lennon, Bob Marley y Cancerbero… encontramos al Jesus adulto traicionado por Judas (aire/mente) una y otra vez. Osiris, como Jesucristo, y todos estos personajes, fue silenciado por compartir su sabiduría consciente, su magia y mensajes de liberación y unidad. Fue resucitado por Isis, reencarnada en Maria Magdalena en versiones originales de las escrituras que la iglesia romana ha ocultado por siglos. Como a Jesús, Enki y Poseidón, es representado por el pez, simbolizando el elemental sagrado del agua. Siempre acompañado de su fiel compañero, Anubis, el dios Perro, el Can. Para ellos, tal como a Cancerbero, un ‘dios’ moderno de una naturaleza oscura, incomprendidamente llena de luz, este mundo no está hecho… y esto podemos verlo reflejado en historias modernas, que se repiten una y otra vez en personajes conocidos, y hasta en nosotros mismos.

¿Logras identificarlo? ¿Quiénes son los Osiris a tu alrededor?

ELEMENTAL SAGRADO AIRE: LA MENTE, LAS IDEAS, EL HALCÓN.

Entre estas historias antiguas, también encontramos la batalla incesante entre Set y Horus; el choque entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, cada uno epitomizando facetas contrastantes de la mente, representada por el elemento aire. El corazón de esta dualidad se encapsula simbólicamente en el Ojo de Horus, la glándula pineal en nuestros cerebros. Tanto Set como Horus son representados como guerreros, pero mientras Set reina como un tirano oscuro, Horus representa la iluminación y liberación. Es el niño Jesús, nacido de una Virgen (Isis). Es Simba vs. Scar, Thor vs. Thanos, Jesucristo vs. Satanás, Neo vs. el Agente Smith. El guerrero y héroe sagrado, o el villano opresor, ególatra y controlador. Este arquetipo es sin duda el más interesante y difícil de entender, ya que muestra una sola persona con ambas deidades adentro, demostrando un elemento bipolar, mostrando ambos extremos de la balanza, como en el relato de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, por ejemplo. En luz, como el sol que sale por el horizonte, es Horus. Iluminado, liberador y vencedor. En sombra, cual el sol que se oculta (‘sets’ en inglés) y da paso a la oscuridad, es Set; un tirano, egoísta, sediento de poder y de control. El Enlil del cuento, que hoy sigue reencarnando en personajes como Kanye y Elon Musk. El “Hijo de Dios”, que realmente representa tanto el Sol (“SUN” of God), como Saturno (Sat-anás).

ELEMENTALES SAGRADOS TIERRA Y ÉTER: CUERPO Y ESPÍRITU.
La diosa egipcia Nephtys representa el cuerpo, la tierra, el mundo físico y la materia. Al principio, se presenta como la compañera de Set, siguiendo un papel similar al de Eva con Adán en la Biblia. Ella se somete a los deseos de Set sin cuestionarlo. Está siempre detrás del mismo, buscando a toda costa poder estar a su altura. Con el tiempo, y con la ayuda de Isis - quien al principio, como Ninmah y Lilith fue elegida como la primera compañera de Set (Enlil/Adán), a quien dejó por querer someterla, comienza a ver su propio valor. Isis le ayuda a despertar su conciencia, lo que la lleva a desear liberarse de la influencia y control de Set. Este despertar de Nephtys se convierte en un viaje de auto-descubrimiento y amor propio. A través de este proceso, Nephtys se transforma, mostrando una versión más fuerte y empoderada de sí misma, en el que evoluciona a la diosa Hathor (quien conecta con el éter, los niños y la música), que a su vez, en aspecto sombra es Sekhmet (la diosa leona, protectora, justiciera y un poco sanguinaria a veces). Su historia es una travesía de autodescubrimiento, donde pasa de la sumisión a la autorrealización, aprendiendo a balancear su naturaleza cariñosa y nutricia con la sabiduría necesaria para protegerse de aquellos que, como Set, podrían querer controlarla.

La Historia Sin Fin

¿Ya puedes identificar qué papel tienes, tanto tú, como quienes te rodean, en tu propia obra? Los relatos elaborados de estas entidades divinas enriquecen aún más el tapiz de la sabiduría antigua, resonando a través del tiempo para arrojar luz sobre nuestra odisea moderna. Cada deidad, con sus narrativas distintas, nos invita a adentrarnos más en la comprensión de nuestros propios paisajes internos, invitándonos a embarcar en un viaje de autodescubrimiento y a abrazar las variantes infinitas de nuestra existencia.

Al desplegar las páginas de la narrativa celestial, descubrimos que nuestras vidas están intrincadamente entrelazadas con los arquetipos divinos de estos y otros dioses, cada quién a su manera. Cada deidad, con su esencia elemental, muestra un aspecto único de nuestro ser, invitándonos a adentrarnos más en el corazón de nuestra propia narrativa.

Te invito a desenterrar los arquetipos elementales que resuenan dentro de ti, para descubrir tu propia reencarnación divina, ya que entendí que al alinearnos con estos ecos antiguos, podemos abrazar esta sabiduría para navegar historias modernas con gracia, empoderamiento y autoconciencia. Así que acompáñame a explorar los relatos eternos de estos seres celestiales y descubre el ritmo antiguo que fluye a través de nuestras venas.

Ahora, con el escenario preparado y las principales figuras divinas presentadas, estamos a punto de aventurarnos en un reino más profundo de entendimiento. Te invito a acompañarme mientras comparto más de mi comprensión sobre cómo desplegar las historias de estos dioses y diosas, o arquetipos elementales, con más detalle.

Este es solo el comienzo de nuestro viaje. Al adentrarnos en la narrativa de cada deidad, encontrarás un reflejo de tu propia esencia, tu propia historia resonando a través de las crónicas antiguas. ¿Eres la leal, mágica e incondicional Isis (fuego), el corazón noble y emocional de Osiris (agua), el brillante, tirano y oscuro Set, que a su vez es Horus, el iluminado (aire), o tal vez el alma en evolución, Nephtys, la etérea protectora? Cada una de estas narrativas no solo cuenta una historia de una deidad antigua sino que también refleja nuestra propia existencia, iluminando los arquetipos que se manifiestan en nuestra vida cotidiana.

Comprender estos arquetipos no es meramente un ejercicio de exploración histórica o mitológica, sino un viaje hacia la autoconciencia y el empoderamiento. Es un camino para identificar y abrazar nuestras propias fortalezas, comprender nuestras debilidades y navegar el mundo moderno con una perspectiva enriquecida. Entonces, ¿estás listo para descubrir tu arquetipo divino?